Estaban todos atentos a cualquier sonido o movimiento en la tela de araña pero lo único que detectaron fueron los sonidos emitidos por los orcos que se habían escondido en la despensa y unos gemidos que parecían provenir de otra pequeña habitación justo enfrente de esta. Fico incluso se puso el anillo de invisibilidad y sigilosamente se dirigió a la entrada de la torre por si allí podía encontrar algún rastro de la pícara que se había esfumado. A pesar de todo esto no encontraron ni la más mínima pista de ella.
Prim logró convencer a los orcos de que era mejor para ellos que huyeran de la torre ya que estaban libres de sus amos drows.
En la pequeña habitación de dónde provenían los sollozos lo que encontraron fue un par de humanos malheridos que respondían al apellido de Cardona al igual que aquel que se dirigía hacia el cruce en estado de shock diciendo que había perdido a sus tres hermanos cuando los atacó un lobo de ojos verdes.
Después de que Rosamunda y Samanta los curaran contaron a los compañeros que se habían llevado a su hermano, el cuarto Cardona, a trabajar en unas minas a las cuales se podía acceder desde una entrada secreta dentro de esta torre.
Quedaban dos puertas cerradas, una hacia el sur y otra hacia el oeste, y por esta última fue por la que optó Axel.
Daba a un pasillo que transcurría de norte a sur y que tenía dos puertas hacia el oeste. En la primera descubrió Axel cuatro camastros en uno de los cuales había un drow durmiendo. Y dedujo que los otros pertenecían a los dos drows que habían matado y a la pícara que permanecía escondida.
Considerando que el drow dormido no era una amenaza fue Axel a abrir la segunda puerta, la que estaba más al fondo del pasillo.
Prim pensó que lo mejor era maniatar al drow dormido e interrogarlo. Así que se colocó junto a él presionandole ligeramente con la espada en el cuello a la vez que pretendía despertarlo y le pedía a Fico que lo atara.
Mientras el drow se despertaba evidenciando una gran borrachera, Axel abría la segunda puerta encontrando allí una habitación más lujosa con un par de camas y dos drows más. Y mientras Fico, que no estaba muy de acuerdo con Prim, apuñalaba al borracho en vez de atarlo, Axel era intimidado por el que parecía ser el jefe de los drows.
El clérigo salió corriendo hacia la cocina, dónde se encontraba el grueso del grupo, alertando a todos a voz en grito de lo que había encontrado.
Prim, al escucharlo dejo a Fico y a Thor con el borracho ya que seguro podrían apañarse con él y salió al pasillo, dónde también se encontraba Nilsa, para esperar allí a los dos drows.
Uno de los drows, el que había intimidado a Axel, se veía a todas luces que debía de ser el jefe por su atuendo, una armadura mágica tan absolutamente negra que parecía que absorbiera la luz. El otro era otra pícara.
La lucha fue corta pero intensa ya qué los drows pegaron duro, aunque más duro pegaron los héroes.
Por otro lado Fico y Thor no terminaban de solucionar el asunto del borracho, y Al-Sahim que no había oído nada del plan de no matarlo para conseguir información se presentó en la habitación de los camastros y acabo con él.
Ya sólo quedaba la puerta cerrada que había en la cocina que daba hacia el sur. La abrieron y resultó un salón que estaba vacío.
En el registro de la torre lo que destacó por encima de armas, armaduras y demás fueron los ochenta y siete diamantes estelares que encontraron en el cadáver del líder de los drows. Una auténtica barbaridad de dinero que sin duda debían de ser los beneficios de la mina.
Por otro lado Fico encontró que presionando el centro de un escudo ornamental, situado en la pared frente a la habitación del jefe de los drows, se abría una entrada secreta hacia la bajada a la mina.
Decidieron volver a cerrar la entrada a la mina para pasar la noche en el salón que habían encontrado vacío y bajar a la mañana siguiente. Siempre teniendo en cuenta que por allí seguía oculta una pícara drow que había visto como los héroes habían irrumpido en la torre frustrando sus malvados planes.
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